La incertidumbre es un problema para cualquier proyecto, y aprender sobre como gestionan las metodologías ágiles la incertidumbre es una de las mejores maneras de evitar el fracaso. Normalmente todo proyecto tiene un nivel de inseguridad, no todo puede ser dado por cierto o como absolutamente seguro.
Es allí donde las metodologías y las previsualizaciones ayudan a disminuir la cantidad de posibles problemas, prepararse para los más probables y enfrentar de la mejor manera aquellos que aparecen sobre la marcha.
¿Qué es la incertidumbre en la gestión de proyectos?
En la gestión de proyectos la incertidumbre es la limitación de poder conocer todas las variables que podrían presentarse, en especial aquellas variables que podrían afectar de manera negativa el producto final.
La incertidumbre en las metodologías ágiles es un factor de mucha importancia, puesto que no es posible establecer con exactitud, desde el primer momento, todos los factores negativos que pueden enfrentarse en el desarrollo.
Esto afecta a los gestores de proyectos, pero también a los clientes, puesto que podría volcarse una gran cantidad de recursos y trabajo y no llegar al resultado esperado. Por eso, las metodologías ágiles admiten la realidad, la incertidumbre siempre estará presente, pero la forma como le hacemos frente es la clave para que el resultado final sea lo menos afectado y lo más beneficioso.
¿Cómo gestionan las metodologías ágiles la incertidumbre?
Cualquier gestor de proyectos estaría de acuerdo en que la incertidumbre es un problema inevitable. No puedes ignorarlo, porque tarde o temprano tendrás que enfrentarte con él. Así que nos interesa aprender sobre cómo gestiona las metodologías ágiles de la incertidumbre, como bien lo describimos a continuación.
El cono de la incertidumbre
La mejor forma de enfrentar este problema es a través del cono de incertidumbre de las metodologías ágiles, este trata de reducir la incertidumbre del proyecto desde el inicio hasta su final de manera paulatina.
De este modo, al dividir el proyecto en diferentes secciones de feedback, llamados sprints, es posible solventar las dudas, aclarar la visión y mejorar el trabajo, lo que claramente se traduce en una reducción paulatina de la incertidumbre y del costo del proyecto. A medida que el proyecto avanza las estimaciones son más claras, por lo que disminuyen, al igual que los costos.
A diferencia de las metodologías tradicionales, el enfoque ágil, aunque admite una gran cantidad de incertidumbre desde el inicio al hacer un correcto análisis, enfrenta la incertidumbre al sacar la mayor cantidad de conocimiento útil de cada ciclo.
Estimaciones para la gestión de la incertidumbre
Lo primero que debemos hacer, para manejar la incertidumbre, es una estimación sobre las posibles dificultades del proyecto. Por eso, una de las primeras fases en la gestión de proyectos es la estimación o estudio viabilidad, en este se evalúan los pros y los contras del proyecto para saber si es viable o no llevarlo a ejecución.
La ventaja del estudio de viabilidad es que te da una primera idea de la incertidumbre. Estas ideas pueden ser tomadas en cuenta para luego volcarla en la primera fase del proyecto y saber bien a que te enfrentas.
Desarrollo iterativo para hacer frente a la incertidumbre
Al desarrollarse el proyecto la incertidumbre debe bajar a medida que se cierren los diferentes ciclos, se saque provecho de los feedbacks y se empiece a aclarar los detalles. Esto, al mismo tiempo, permite que se puedan tomar decisiones bien fundamentadas, luego de comprobarlas en la realidad y disminuir la presencia de la incertidumbre.
Esto hace que, luego de unos 2 a 4 ciclos, la estimación del producto, los inconvenientes e incluso una fecha exacta pueda darse con seguridad. Si bien es cierto que es posible que aparezcan cosas nuevas, por lo general el cono va disminuyendo hasta desaparecer.